La crisis actual debe permitir que todos cuestionen, se adapten, e imaginen otra cosa.
Continúe teniendo proyectos para usted y su empresa, pero aproveche este gran momento de crisis para cuestionarse, quizás vea las cosas de manera diferente. Tenga en cuenta la advertencia que se nos ha dado: esto no significa hacer un giro de 180° (para volver a la Edad de Piedra), pero al menos reevaluar lo que está en juego para nuestras vidas, ¡nuestros hijos y nuestra especie!
Aproveche esta pausa para pensar en lo que es realmente importante para nosotros y cómo, a través de nuestra actividad comercial, podemos contribuir a una forma de vida más respetuosa y virtuosa.
El cambio siempre resulta complicado y el miedo a menudo acelera este proceso. Nuestras sociedades hiper consumistas son lentas en admitir la necesidad de frenar esta carrera hacia adelante que no nos trae realmente el bienestar y la felicidad, ¡ y causa la destrucción acelerada de nuestro medio ambiente! Los científicos nos han estado advirtiendo durante mucho tiempo, pero la gran mayoría de nosotros hemos estado cerrando los oídos y los ojos ...
Con este virus que asusta, despiertan un poco las conciencias: ¡aprovechémoslo! De lo contrario, otras olas vendrán y nos desestabilizarán, ya sea viral, climática o ambiental...
Hagámonos la pregunta, como los « 3 hombres en un barco » de Jérôme K Jérôme, que, al embarcar, después de haber hecho la lista de todo lo que querían llevarse, terminan haciendo la lista de lo que no podían hacer sin...
¿Necesitamos cientos de prendas de vestir por valor de unos pocos euros, procedentes de países donde se explotan a los niños, para tirarlas después de haberlas usado 2 o 3 veces? Mientras que en España (o en Europa), tenemos empresas que tienen el saber hacer para fabricarlas localmente (por ejemplo, que hay que explicar de Zara en León). Emplean una fuerza de trabajo local, respetan las normas de salud, etc.… y dan vida a todo un ecosistema. Al final, ¡qué es lo más caro! ….
¿Necesitamos llegar a Venecia con un enorme buque que destruye este sitio único, para visitar la ciudad a toda velocidad y salir con cristalería (imitación de Murano) hecha en China? ....
Los ejemplos son interminables, por supuesto.
Y, sin embargo, ¡todo está bien!
La crisis se nos está imponiendo y debe permitirnos hacer las cosas de manera diferente: el campo de posibilidades es inmenso para las empresas, porque muchos ciudadanos quieren vivir de manera diferente y el movimiento continuará: consumir localmente, moverse de manera más responsable, comer más sano, vivir en un medio ambiente más limpio, etc. ...
Anticiparse a esta evolución, innovar, inventar, proponer servicios y bienes que contribuyan a crear una nueva perspectiva, ¡sin olvidar el parámetro de la rentabilidad! ¡Por supuesto que es posible!
Tenemos la responsabilidad total de ayudar a salvar, promover y desarrollar un saber hacer que poco a poco estaba destinado a desaparecer con su empresario: ¡es hora de identificarlo y desarrollarlo, integrando al mismo tiempo el progreso que lo hará rentable, sin destruir nuestro medio ambiente!
Un ejemplo: ¿quién no sueña con un París (u otra megalópolis) donde podamos caminar, andar en bicicleta, usar carros eléctricos, ... mientras seguimos respirando y escuchando el canto de los pájaros, como sucede hoy en día?
Esta crisis, para las empresas y los dirigentes empresariales, para todos nosotros, es una oportunidad para anticiparse mejor, adaptarse, reorganizar el trabajo y darle sentido, integrar la solidaridad, rodearse bien para abrirse a otros enfoques y reflexiones, ¡SONAR, REALIZAR y CONSEGUIR abrir nuevos caminos!